Encargar flores a domicilio en Gijón no representa un simple regalo sino que se trata de algo todavía más profundo: estamos enviando un mensaje. Las flores poseen un significado, así opinaban, al menos, las personas que cultivaban la floriografía como expresión artística.
Durante la época vitoriana, se normalizó entre la nobleza británica una especie de simbología de significados atribuidos a las flores. Así pues, ejerciendo diferentes combinaciones de distintos arreglos florales se lograban mensajes sutiles. Este idioma se inventó en el siglo XVII, (reinado de Carlos II de Inglaterra), y alcanzo su punto culminante de fama durante el siglo XIX. Su semiología se cimentaba en los significados que habitualmente eran arrogados a múltiples tipos de flores. Siendo exactos, situaremos el auténtico origen de este fastuoso lenguaje en el cercano oriente.
Cada especie floral tenía un significado particular. Este idioma intervino potencialmente en la simbología característica de muchas obras artísticas pertenecientes al Romanticismo (siglo XIX). Durante este siglo surgen varios tratados que popularizaron tanto los significados como la gramática de la lengua floriográfica. El significado de cada flor aparecía marcado por los sentimientos que despertaban: su forma, color, fragancia... Sin embargo, aunque (hoy por hoy) el lenguaje de las flores haya quedado obsoleto y abandonado, nadie puede oponerse a la riqueza de matices que podemos transmitir mediante sencillos ramos de flores a domicilio en Gijón.
Las flores continúan articulando significados recónditos y muy distinguidos que, en gran cantidad de ocasiones, nos vemos poco capaces de resumir utilizando palabras. Encarga el ramo que necesitas acudiendo a Floristería Manuela. Las flores hablarán por ti.